Conectar una BCI es rápido y fácil. Una vez conectada a una fuente de alimentación constante, a masa y a dos cables CAN, la BCI determinará automáticamente la marca y el modelo del vehículo. En tan solo 20 segundos o menos, la BCI reconocerá el vehículo y, a partir de ese momento, procederá a controlar las salidas pertinentes. Y localizar las conexiones CAN en el automóvil también es fácil con la ayuda de las instrucciones INCAR gratuitas que vienen con cada BCI.